Agua

Agua

Nos trasladamos a 1938, en pleno auge de la India colonial, momento álgido en el movimiento de emancipación liderado por Mahatma Gandhi. Se celebra una boda, enlace que más bien podría ser un entierro: Se trata del matrimonio de Chuyia (Sarala), una pequeña de tan solo 8 años, con un moribundo, que precisamente fallece esa misma noche. Tras su muerte, queman el cadáver en la orilla de un rio sagrado y preparan a Chuyia para el destino que han elegido para ella: le afeitan la cabeza y la ingresan en un ashram para viudas. Sera en este lugar donde la niña tenga que pasar el resto de su vida, convertida en un altar viviente consagrado a la memoria del desconocido fallecido. 
Agua es la última de las películas que conforman la trilogía de Mehta: Fuego (1996) y Tierra (1998).